UNA PLANTA CON LEYENDA:
Hace muchos miles de años, cuando el mundo estaba poblado por hadas y duendes, aparecieron los primeros humanos. Estos comenzaron a crearles muchos problemas a las diminutas criaturas, pues como no podían verlos, acaban por pisarlos.
Para hacer frente a este ataque, las hadas empezaron a vestirse de amarillo
brillante, y al igual que los duendes pasaban mucho tiempo bajo tierra.
Y de este modo, las hadas se transformaron en dientes de león.
Otra leyenda afirma que una joven de cabellos dorados estaba enamorada del sol. Ella rechazaba a todos los pretendientes y se dedicaba a observar, aunque el la ignoraba.
Poco a poco ella se fue consumiendo hasta hacerse vieja, frágil... y con el tiempo su pelo se volvió blanco y el viento como un gran suspiro se la llevó. El Gran Espíritu se compadeció de la pobre muchacha e hizo que miles de flores amarillas creciesen en las praderas, y hasta el día de hoy el viento sigue llevándose las semillas de cabellos grisáceos.
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