viernes, 30 de noviembre de 2012

¡Precaución con el huevo!

Los huevos, si no se manipulan con sumo cuidado pueden convertirse en el arma perfecta hacia tu organismo.

Los huevos forman parte de una dieta equilibrada y sana, en la cuál se consumen de infinidad de maneras y recetas. Son un alimento muy nutritivo, posee proteínas, vitaminas, minerales y son muy fáciles de digerir. Siempre se les ha acusado de las subidas de colesterol, pero esto ahora está en duda y todavía sigue en pie el debate.

Pero aunque son una fuente de nutrientes, también pueden ser una fuente de enfermedades como la Salmonella.
Aunque el huevo tenga un aspecto sano tanto por dentro como por fuera, puede contener estas bacterias, las cuáles también se encuentran en carnes crudas y frutas y verduras sin lavar.
Estas bacterias causan vómitos, nauseas, diarrea, dolor abdominal y fiebre, y en personas sanas estos síntomas duran unos pocos días (como mucho una semana), pero en mujeres embarazadas, niños, ancianos y personas con enfermedades crónicas, que tienen unos niveles de defensa más bajos, estas bacterias pueden causar daños más severos (tratamiento con antibióticos), pasar al torrente sanguíneo e ir hacia otras partes del organismo e incluso provocar la muerte.

Y todo esto se puede evitar con una correcta manipulación del alimento desde su compra hasta que nos lo llevamos a la boca.

  • Comprar huevos en establecimientos con refrigeración y asegurarnos de que estén limpios y no rotos.
  • En casa refrigerarlos a unos 4ºC y en el envase de cartón original
  • No mantenerlos más de unas 3 semanas
  • Lavar las manos y todas las superficies y utensilios que hayan estado en contacto con los huevos crudos
  • Comer los huevos inmediatamente después de su cocinado, no esperar más de 2 horas.
  • Aquellos platos refrigerados que contengan huevo se deben recalentar antes de volverlos a consumir (3-4 días después). En el caso de los huevos duros hasta una semana.
  • En los restaurantes evitar platos con huevo que no sea pasteurizado.
  • Cuando estemos de viaje mantenerlos en una nevera refrigerada con aire acondicionado.
  • Si los quieres llevar al colegio o trabajo, transportarlos en una bolsa refrigerada.
Con estos sencillos trucos podremos consumir nuestros platos favoritos sin que el huevo suponga ningún peligro para nuestra salud.


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