Irvingia gabonensis o mango africano, es una fruta indígena que se cultiva en los árboles conocido como Gabonensis Irvingia en los bosques tropicales de Camerún.
A lo largo de la historia ha sido muy utilizada como alimento básico por las tribus africanas ya que actúa como estimulante natural y supresor del apetito.
Esta fruta tiene propiedades muy beneficiosas para la salúd además de prevenir enfermedades, siempre y cuando no abusemos de él y no sea un suplantador de nuestras comidas.
La parte del fruto que controla el peso es la semilla. Posee Irvingia gabonesis, es un principio activo y es responsable de casi todas sus propiedades. También, es rica en fibra, favorece la eliminación de toxinas y el exceso de colesterol causado por los malos hábitos alimenticios.
La Irvingia gabonesis actúa reduciendo la grasa corporal, centrandose en la grasa abdominal.
El mango africano regula la hormona leptina para disminuir el apetito. Esta hormona se encarga de avisar a nuestro cuerpo que está lleno. Si los niveles de leptina son bajos, nuestro cuerpo no se sabe cuando parar de comer, por tanto, esta fruta tiene la capacidad de regular y aumentar la deficiencia de los niveles de leptina para no comer en exceso.
Otra ventaja del mango es que tiene efectos beneficiosos para la salud cardiovascular, porque reduce los niveles de triglicéridos y los niveles de colesterol.
Este fruto aumenta la adiponectina, es una hormona natural que se encarga de regular los niveles de azúcar en la sangre. Puede aumentar los niveles de la adiponectina acelerando el metabolismo y la quema de grasa.
Esta fruta se recomienda tomarla 30 minutos antes de las comidas fuertes del día para prevenir el exceso y así equilibrar la ingesta de alimentos.
Hay tener en cuenta su uso en personas con la tensión arterial alta y diabetes, puede hacerles un mal en vez de un bien. Es conveniente tomarlo como fruta natural y no en pastillas medicinales que contienen extractos de esta fruta, ya que son "quemagrasas" y un exceso puede provocar efectos secundarios.
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